Archivo por meses: septiembre 2012

ECONOMÍA Y CULTURA

¿Cómo cambiar la tendencia?

Después de analizar factores económicos, complejos modelos y  sofisticadas teorías, algunos (pocos) economistas hemos llegado a la conclusión que lo más importante para mover o cambiar la economía es la sociedad. Es por ello que además de la educación (factor más fácil de cuantificar e intentar mejorar), existen aspectos culturales que definen a las sociedades mucho más complejos de variar, estos factores se agrupan en el capital social, y en ciertas áreas más relacionadas con la sociología a través de la CULTURA.

Analizando la primera  dimensión de Cultura presentada por Hofstede dimensions of national culture:

Distancia al poder:  En España esta dimensión se sitúa en 57  puntos, reflejando una distancia hierática aceptada, admitiendo los privilegios que supone esta posición (definición de Hofstede). Si analizamos  además los datos de la Encuesta Social Europea (ESS) en 2010, alrededor del  30% de las personas afirman confiar en las instituciones, con un valor medio de 4,29 (por debajo del aprobado).  Según el Informe del CIS (2011), los españoles señalan “una democracia madura y estable, en  la que se observa la exclusión de la Economía del campo de los fenómenos sociales, al que pertenecería sólo la Política”. Mientras la política sería una acción social, la economía sería un proceso que acontecería a la sociedad, un proceso de naturaleza objetiva, cosificada, algo que sucede al margen de los sujetos.  Para los españoles el poder económico reside en un espacio lejano, que está por encima de todo, fuera del alcance de la sociedad. En la imagen que se está imponiendo en la actualidad, ese poder ya no está en una capa social en entidades económicas concretas, sino en la entidad abstracta que forman los Mercados. La economía española previa a la crisis, según las imágenes de la gente, sería una economía dependiente –de consumo y actividades improductivas-, frágil e inestable, distorsionada por la integración en la Comunidad Europea y que ha estado multiplicando su gasto público y privado de un modo desmesurado que la ha hecho insolvente. Parece que los españoles si sabemos lo que estaba pasando….

Sobre la corrupción consideran que: “se trata de prácticas que vienen de arriba, porque el poder las facilita, pero que se nutren por debajo del comportamiento de la propia ciudadanía muy tolerante hacia formas “menores” de corrupción (como evitar el pago del IVA, valerse de contactos personales para obtener algún beneficio o mejora personal, etc.), siendo además consecuencia de la devaluación política”.

 El barómetro del CIS formula una pregunta relativa a “la clase política, los partidos políticos, críticas a la política en general” parece como uno más, sin especial relevancia a lo largo de una década y media, a partir de febrero 2010 se convierte, de forma continuada, en el tercer problema del país. Anteriormente se situaba de forma casi ininterrumpida por debajo, no sólo de los problemas más protagonistas a lo largo de esos 25 años (como el paro o el terrorismo), sino también de otros más circunscritos como la vivienda, la inmigración o la inseguridad, siendo las gentes de más edad  o los profesionales con trabajo los que en mayor medida lo apuntan.

En resumen, la clase política ya de por si distanciada de la sociedad continua aumentando la brecha, situándonos a la cola de Europa en este ámbito, dimensión que condiciona la innovación y la economía en general. Cambiar estos aspectos es uno de los retos del sistema educativo y de la sociedad en general para logra salir del círculo vicioso de indicadores negativos.

Ver el trabajo completo en:

Viera, E; Neira, I Ferreira, P. (2012) Culture impact on innovation: econometric analysis of european countries (1995-2004). Editors: Hans Westlund anda Adam Frane. Routledge. Innovation in Socio-Cultural Context (Routledge Advances in Sociology)

EDUCACIÓN Y LOS NINI

Marta me ha invitado a escribir en este blog, y para la primera entrada he elegido un tema en el que hace tiempo estamos trabajando: la educación

Después de pasarnos décadas tratando de explicar que un mayor nivel educativo de la población implica mayor salario y menos paro (empíricamente demostrado en innumerables trabajos a lo largo de todo el mundo), la UE ha decidido que debemos de alcanzar al menos el 40% de los jóvenes deberá tener una cualificación o un diploma.  Esto por supuesto contrasta con el creciente fenómeno NINI que tenemos en España

Desde la economía de la educación, toda una rama de la literatura (Lecturas sobre economía de la educación) ha girado entorno a la importancia de la educación en el crecimiento de las economías, demostrando empíricamente que aquellos países que disponen de un mayor número de población activa con estudios medios o superiores, crecen más y son más productivos.  Así  después de los procesos de “especialización educativa” como los que surgieron en el seno de los NIC´s en los años 90’. Ahora en pleno siglo XXI son otros países asiáticos los que irrumpen con fuerza, y todo ello basado en procesos de fuertes inversiones educativas y formación de profesionales cualificados para aumentar su productividad y desarrollar I+D+I.  Los últimos Informes PISA sitúan a estos países a la cabeza de los rankings en  alumnos de secundaria, lo que sería más discutible es si las sociedades occidentales estamos dispuestas o queremos ese tipo de educación para nuestros hijos. En cualquier caso el tema de fondo en Europa,  es ahora  el fracaso en la secundaria, cifras de más del 30% de alumnos que abandonan sus estudios  en España antes de finalizar sus estudios secundarios de segundo ciclo, implican paro y generación “NINI”, muy lejos del 10% que propone como meta la UE. Lograr que esos alumnos regresen al sistema educativo, o mejor no se vayan antes de lograr un diploma, es como hemos señalado uno de los objetivos de la Estrategia 2020, y una de las metas más importantes a las que se enfrenta el sistema educativo español en las próximas décadas.

Lograr que los jóvenes estudien es un primer paso, el segundo cambiar NUESTRA CULTURA, siguiente post……

Resultados sociales de la educación (II): Participación en actividades sociales (Education at a glance 2012)

En la entrada anterior se hablaba de uno de los resultados sociales de la educación, la participación electoral. En esta entrada nos vamos a centrar en otro de los aspectos del capital social: la participación en actividades sociales. Esta participación se enmarca dentro de la dimensión de las redes sociales del capital social y es una de las medidas más aceptadas para la cuantificación del mismo.

Las redes sociales son formas de interacción social, puesto que se fundamentan en las relaciones entre los individuos. Sin la existencia de esas relaciones no podrían existir las redes. Las redes sociales permiten el flujo de información, posibilitan la acción colectiva, son fuente de normas, obligaciones y expectativas para los individuos y se convierten en un medio de integración e implicación de las personas con respecto a un sistema social determinado favoreciendo el equilibrio de dicho sistema.

Generalmente las redes se miden a través de diferentes grupos sociales presentes en el ámbito analizado. En un gran número de estudios se toma como medida de estos grupos el porcentaje de personas que afirma pertenecer a los mismos, datos que se derivan de diferentes encuestas. Por ejemplo, Knack & Keefer (1997) y Beugelsdijk & Van Schaik (2001; 2005) miden la densidad asociativa como el número de grupos a los que el individuo afirma pertenecer distinguiendo entre grupos de Putnam y grupos de Olson; Raiser et al. (2001) usan el número de miembros activos de los grupos como medida de los mismos; Portela & Neira (2002), Neira, Vázquez & Portela (2009) emplean el porcentaje de personas que son miembros, activos o inactivos, de algún grupo o asociación.

La cuestión planteada que hace referencia a la participación en redes sociales es “En comparación con otras personas de su edad, ¿con qué frecuencia diría usted que participa en actividades sociales? (Mucho menos que la mayoría, Menos que la mayoría, Más o menos como todos, Más que la mayoría, Mucho más que la mayoría). (1) Sigue leyendo

Resultados sociales de la educación (I): Participación electoral (Education at a glance 2012)

Recientemente la OCDE ha publicado el informe «Panorama de la educación 2012» donde se analizan y describen diferentes indicadores relativos a distintos aspectos de los sistemas educativos de los países de la OCDE. Alguna referencia a este informe ya ha salido en los medios de comunicación (sobre todo hablando de los ni-nis).

En el informe hay un apartado que analiza los resultados sociales de la educación donde se hacen referencia a varias cuestiones relacionadas con el capital social como son la participación electoral, el grado de satisfacción con la vida o el compromiso en actividades sociales. De esto vamos a hablar en esta entrada.

Así el informe dice

Educational attainment is positively associated with diverse measures of social outcomes, including life expectancy, life satisfaction, electoral participation and social engagement. The strengths of these associations are sometimes substantial. For instance, the difference in life expectancy between those with high (i.e. tertiary attainment) and low (i.e. below upper secondary attainment) education among 30-year-old Hungarian men is 13.1 years. Similarly, the difference in voting rates between those with high and low levels of education in the United States is 45.6 percentage points. Finally, the difference in social engagement between those with high and low levels of education in Estonia is 33 percentage points. In many countries, some of these associations are statistically significant, even after accounting for individual differences in age, gender and income(1).

Es decir, la educación tiene efectos positivos en la satisfacción con la vida, en la participación electoral y en el compromiso cívico (tres elementos relacionados con el capital social, como hemos visto en entradas anteriores de este blog). En esta entrada nos centraremos en la participación electoral.

Con referencia a la participación electoral, los datos disponibles del informe nos indican que pasar de tener educación secundaria a tener educación secundaria superior (ajustado por edad, sexo e ingresos) incrementa la participación electoral en casi todos los países (con excepción de Israel, Hungría y Corea). Y el hecho de pasar de tener un nivel educativo equivalente a la secundaria superior a alcanzar un nivel terciario incrementa la participación electoral en todos los países de los que se disponen datos. El gráfico es el siguiente:

 

Dado que la participación electoral es una de las variables empleadas para medir el compromiso cívico de la dimensión de las normas sociales del capital social, una vez más se demuestra que invertir en educación es una de las mejores formas de invertir en capital social.

Entradas relacionadas: Fuentes del capital social I y II¿Cómo se mide el capital social?

 

Referencias: Education at a glance 2012

(1) Ver apéndice de la OCDE sobre los ajustes http://www.oecd.org/edu/EAG2012_Annex3_ChapterA.pdf