¿Cómo cambiar la tendencia?
Después de analizar factores económicos, complejos modelos y sofisticadas teorías, algunos (pocos) economistas hemos llegado a la conclusión que lo más importante para mover o cambiar la economía es la sociedad. Es por ello que además de la educación (factor más fácil de cuantificar e intentar mejorar), existen aspectos culturales que definen a las sociedades mucho más complejos de variar, estos factores se agrupan en el capital social, y en ciertas áreas más relacionadas con la sociología a través de la CULTURA.
Analizando la primera dimensión de Cultura presentada por Hofstede dimensions of national culture:
Distancia al poder: En España esta dimensión se sitúa en 57 puntos, reflejando una distancia hierática aceptada, admitiendo los privilegios que supone esta posición (definición de Hofstede). Si analizamos además los datos de la Encuesta Social Europea (ESS) en 2010, alrededor del 30% de las personas afirman confiar en las instituciones, con un valor medio de 4,29 (por debajo del aprobado). Según el Informe del CIS (2011), los españoles señalan “una democracia madura y estable, en la que se observa la exclusión de la Economía del campo de los fenómenos sociales, al que pertenecería sólo la Política”. Mientras la política sería una acción social, la economía sería un proceso que acontecería a la sociedad, un proceso de naturaleza objetiva, cosificada, algo que sucede al margen de los sujetos. Para los españoles el poder económico reside en un espacio lejano, que está por encima de todo, fuera del alcance de la sociedad. En la imagen que se está imponiendo en la actualidad, ese poder ya no está en una capa social en entidades económicas concretas, sino en la entidad abstracta que forman los Mercados. La economía española previa a la crisis, según las imágenes de la gente, sería una economía dependiente –de consumo y actividades improductivas-, frágil e inestable, distorsionada por la integración en la Comunidad Europea y que ha estado multiplicando su gasto público y privado de un modo desmesurado que la ha hecho insolvente. Parece que los españoles si sabemos lo que estaba pasando….
Sobre la corrupción consideran que: “se trata de prácticas que vienen de arriba, porque el poder las facilita, pero que se nutren por debajo del comportamiento de la propia ciudadanía muy tolerante hacia formas “menores” de corrupción (como evitar el pago del IVA, valerse de contactos personales para obtener algún beneficio o mejora personal, etc.), siendo además consecuencia de la devaluación política”.
El barómetro del CIS formula una pregunta relativa a “la clase política, los partidos políticos, críticas a la política en general” parece como uno más, sin especial relevancia a lo largo de una década y media, a partir de febrero 2010 se convierte, de forma continuada, en el tercer problema del país. Anteriormente se situaba de forma casi ininterrumpida por debajo, no sólo de los problemas más protagonistas a lo largo de esos 25 años (como el paro o el terrorismo), sino también de otros más circunscritos como la vivienda, la inmigración o la inseguridad, siendo las gentes de más edad o los profesionales con trabajo los que en mayor medida lo apuntan.
En resumen, la clase política ya de por si distanciada de la sociedad continua aumentando la brecha, situándonos a la cola de Europa en este ámbito, dimensión que condiciona la innovación y la economía en general. Cambiar estos aspectos es uno de los retos del sistema educativo y de la sociedad en general para logra salir del círculo vicioso de indicadores negativos.
Ver el trabajo completo en: