Recientemente se ha publicado un informe de Eurofound, la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, en el cual se analizaba la situación de la gente joven de Europa centrándose especialmente en el grupo denominado NEET (not in employment, education or training), es decir, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan.
En uno de los capítulos de ese informe se hace referencia al «coste social» que supone tener población joven sin trabajar ni estudiar. Para ello analizan diferentes aspectos del capital social como la confianza, el compromiso político y la participación cívico social. De algunas de estas cuestiones ya hemos tratado en este blog.
Con esta entrada pretendo resumir brevemente los resultados obtenidos de este estudio, que podeis descargar completo aquí
Para llevar a cabo ese análisis emplea como fuente la ESS (European Social Survey) en su cuarta oleada (la de 2008) y de la EVS (European Values Study) (también en su cuarta oleada, 2008) y allí selecciona la población entre 15 y 29 años. Divide entre NEET y no-NEET. Para el primer tipo considera a los jóvenes que están desempleados, que cuidan niños, que están retirados o incapacitados o aquellos que responden que están inactivos. Son no-NEET aquellos que están estudiando o trabajando.
La primera dimensión que considera es la confianza en los términos que ya hemos comentado aquí varias veces. Las variables consideradas son la confianza interpersonal, si la gente estaría dispuesta a ayudar y si es honesta (estas tres variables es lo que se suele denominar confianza social). También se considera la confianza institucional a través de las variables de confianza en el parlamento, enlos políticos, en los partidos políticos, en el sistema judicial, en la policía, en el Parlamento Europeo y en las Naciones Unidas. Además de considerar cada una de estas variables por separado realiza un análisis factorial del cual resultan las dos dimensiones típicas: confianza interpersonal o social (que englobla las tres primeras variables de confianza citadas) y confianza institucional (que representa a las últimas variables).
Los resultados (realizan varios análisis que se pueden leer en el texto enlazado) muestran que el nivel de confianza, tanto social como institucional, es menor entre los NEETs y, además, muestran que es estadísticamente significativo. De entre el grupo de los NEETs, los que muestra un menor valor para la confianza son aquellos que están desempleados.
El compromiso político es analizado a través de cuatro indicadores a partir de preguntas extraídas de la EVS (European Values Survey). La primera pregunta trata sobre los encuestados que declaran su disposición a votar en las elecciones nacionales si se celebrasen mañana. Esta pregunta se formula a todos los encuestados, independientemente de si tenían o no derecho a voto. El segundo indicador trata del interés de los encuestados en la política. Los niveles de interés se registran en una escala de 4 puntos: no les interesa, no muy interesado, algo interesado y muy interesado. A los efectos de este estudio, las respuestas a estas preguntas se agruparon en dos categorías: interesado y no interesado. La tercera cuestión que se plantea es con qué frecuencia los encuestados hablan de política cuando están con amigos. Hay tres opciones de respuesta se da: con frecuencia, de vez en cuando y nunca. En el análisis, las respuestas se agruparon en dos categorías: no discutir y discutir. Esta última categoría incluye a los que hablan de política de vez en cuando o con frecuencia. En la cuarta pregunta, a los encuestados se les preguntó si eran miembron y si participaron en un partido político y las posibles respuestas eran sí o no.
De acuerdo con la literatura general, los jóvenes muestran un nivel mucho más bajo de participación política que otras categorías de edad. En este contexto, los NEET presentan un nivel aún más bajo de compromiso. Ser NEET reduce la probabilidad de ser políticamente comprometido, y este efecto es significativo a nivel europeo para todos los indicadores incluidos en el análisis.
Por último la participación social y ciudadana se mide usando datos de EVS. El EVS explora la participación social y ciudadana en 15 tipos de organizaciones: religiosas, sociales, culturales, sindicales, partidos políticos, la comunidad local, los derechos humanos, la asociaciones ecologistas, profesionales, de jóvenes, deportes, mujeres, movimiento por la paz, voluntariado y «otros ‘. Para cada uno de estos tipos de organización, se pregunta al entrevistado si pertenecen o han hecho algún trabajo voluntario para ellos. Con todos ellos realizan un análisis cluster y dividen los grupos en tres categorías: institucionales, de ocio y otro tipo.
En general, los NEET participan menos que los no NEET. Sin embargo, cuando la participación se desglosa en tres grupos, los NEET participan menos que los no NEET en las organizaciones institucionales y de ocio, mientras que no hay diferencia estadísticamente significativa para otras formas de participación. Más específicamente, los NEET que están desempleados o no están disponibles para trabajar debido a las responsabilidades familiares son mucho menos propensos a participar en las organizaciones institucionales y de ocio.
Como conclusión el estudio confirma que «las consecuencias de ser NEET no son sólo económicas y que los NEET están en riesgo considerable de desafección. A pesar de las diferencias y las diferentes dinámicas observadas en el nivel de clúster, la preocupación de las autoridades está ampliamente justificado. Los jóvenes que están desvinculados del mercado laboral y del sistema educativo se están retirando de la participación política y social de sus sociedades. Dado el tamaño de la población NEET que se ha alcanzado en Europa, las consecuencias económicas y sociales asociadas a este fenómeno son claves para llevar a cabo acciones de nuevas políticas de apoyo a la reinserción de los jóvenes en el mercado laboral y el sistema educativo.»