Estos días estamos a vueltas con el debate de si el techo de déficit es bueno o no, si se debe aprobar la medida mediante referéndum o no y, entre estos y otros debates, se destaca que Alemania tiene un techo de déficit y que Suecia también lo tiene o más bien lo que tiene Suecia es un objetivo de superávit de un 1%, establecido en el año 2000 (In 2000, Sweden introduced a fiscal rule that is still in place which targets a government surplus of 1% of GDP on average over the business cycle http://www.oecd.org/dataoecd/60/31/47876590.pdf)
Por tanto, parece que la medida de limitar el déficit no es tan mala.
Suecia estableció esa medida para frenar la crisis financiera que tenía y que es similar a la que ahora padecemos en España. Un resumen de la situación que llevó a estas y otras medidas la podéis encontrar aquí: Stopping a Financial Crisis, the Swedish Way; (traducción al español) o aquí: Suecia, ese país tan neoliberal.
Pero, desgraciadamente España no es como Suecia y en esta entrada veremos que nos falta mucho para llegar a su nivel y que las decisiones políticas que estamos tomando, desde mi punto de vista, nos alejan del modelo sueco. Así pues, compararemos diferentes aspectos del capital social en España y en Suecia y que el lector saque sus propias conclusiones.
El capital social se puede definir como la confianza, tanto interpersonal como institucional, y los aspectos positivos de las redes y las normas sociales que faciliten la creación y el mantenimiento de una estructura social adecuada que, en colaboración con otros capitales, permita sentar las bases para facilitar el crecimiento a largo plazo y, por tanto, un desarrollo sostenible. Y se ha demostrado empíricamente que es importante para el desarrollo.
Los indicadores que presentamos recogen información sobre el capital social (confianza, redes, y normas sociales), niveles de satisfacción, indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial y aspectos socio-económicos.
Comenzamos con la primera componente del capital social: la confianza
Suecia tiene niveles más altos de confianza en sus tres vertientes, tanto interpersonal como social e institucional. La diferencia es mayor en el grado de confianza interpersonal, en el grado de confianza social que hace referencia a la creencia de que la gente será honrada y en tres de los cuatro indicadores de confianza institucional.
La segunda componente del capital social son las redes sociales. Veamos los diferentes indicadores:
En las redes informales estamos por encima de los suecos, pero en las redes formales, la existencia de una red de apoyo y las redes virtuales, los indicadores se sitúan por debajo. Hay que destacar la diferencia que encontramos en la denominada red de apoyo.
La última componente del capital social son las normas sociales y los indicadores seleccionados nos indican que, salvo en la participación en manifestaciones, los valores de Suecia son superiores a los de España. Las mayores diferencias se encuentran en el interés en política puesto que más de la mitad de los suecos indican que están interesados en la misma, porcentaje que en España se encuentra en torno al 25%.
Otras variables relacionadas con el capital social son las variables que miden la satisfacción con determinados aspectos de la sociedad y el grado de felicidad de la misma. Una vez más, los valores de Suecia son superiores a los de España en todos los indicadores seleccionados.
También presentamos los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial que son:
Voz y Rendición de Cuentas – mide derechos humanos, políticos y civiles.
Estabilidad Política y Ausencia de Violencia – mide la posibilidad de amenazas violentas a, o cambios en, el gobierno, incluyendo el terrorismo.
Efectividad Gubernamental – mide la competencia de la burocracia y la calidad de la prestación de servicios públicos.
Calidad Regulatoria – mide la incidencia de políticas hostiles al mercado.
Estado de Derecho – mide la calidad del cumplimiento de contratos, la policía, y las cortes, incluyendo la independencia judicial, y la incidencia del crimen.
Control de la Corrupción – mide el abuso del poder público para el beneficio privado, incluyendo la corrupción menor y en gran escala (y la captura del estado por las élites).
De nuevo los valores de Suecia son superiores a los de España, en especial el aspecto de estabilidad política (indicador condicionado en España por la presencia de ETA) y en el control de la corrupción (en Suecia los valores están próximos a 100 mientras que en España superan ligeramente el 80).
Por último, terminamos esta comparación con una serie de indicadores económico sociales que incluyen el PIB, el índice de desigualdad y otros:
Todos los indicadores son claramente favorables a Suecia y destaca el número de personas con estudios superiores al secundario y el gasto total en educación, pero también el número de patentes obtenidas y el gasto en investigación y desarrollo (aunque en 2008 nos hemos aproximado). También estamos lejos en el número de empleados públicos.
Por tanto, estamos muy lejos de ser Suecia, pero podíamos ir intentando acercarnos y para ello es necesario empezar a mejorar nuestro capital social porque será uno de los factores que hará mejorar el resto de indicadores. Si desarrollamos confianza y redes sociales fuertes se puede presionar a los gobiernos para cambiar las políticas e invertir en lo realmente importante: educación e investigación.
Fuentes:
ESS Round 1: European Social Survey Round 1 Data . (2002). Data file edition 6.1. Norwegian Social Science Data Services, Norway –Data Archive and distributor of ESS data.
ESS Round 2: European Social Survey Round 2 Data. (2004). Data file edition 3.1. Norwegian Social Science Data Services, Norway –Data Archive and distributor of ESS data.
ESS Round 3: European Social Survey Round 3 Data . (2006). Data file edition 3.2. Norwegian Social Science Data Services, Norway –Data Archive and distributor of ESS data.
ESS Round 4: European Social Survey Round 4 Data. (2008). Data file edition 1.0. Norwegian Social Science Data Services, Norway –Data Archive and distributor of ESS data.
The Worldwide Governance Indicators (WGI) project
Eurostat
Marta,
1.- Excelente blog. Y excelente que un blog de economia le de la importancia que se merece al capital humano. Y su desarrollo en el capital social. No es lo más prioritiario en otros blogs económicos, que yo sepa. La mayoría de ellos prefiere más analizar cuestiones economico-politicas relacionadas con el show mediatico. Olvidandose de la inversión más rentable: la educacón.
2.- ¿Tienes alguna explicacion de porque en España el desarrollo del capital humano (educación, formación) no esta como la primera medida de politica economica a realizar?. ¿Sabes de algún partido politico que tenga claro que o se invierte mucho más en educación o España no baja del 20% del paro en su vida? Y entendiendo por inversión no sólo la inversión ecónomica sino tambien la implantacion de sistemas de estudio de verdadera calidad y eficacia.
3.- Suecia, (el modelo nordico) ¿sabes por que todavía no hay una asignatura en el sistema de enseñanza español que se llame, ‘ Copiando el sistema sueco’ ?. No se entiende. O si. Es, debe ser, precisamente por el bajo nivel de capital humano/social.
Es del nivel de capital humano de donde sale todo los demas, incluido un desarrollo economico decente. ¿De que otro sitio podría salir? Pues en España, como que no lo acabamos de entender.
Saludos,
Hola antonio:
Gracias por las felicitaciones.
Realmente el blog surgió por la “escasez” de material sobre capital social en español y a partir de ahí va creciendo poquito a poco, pero sin perder la esencia en el capital social y sus determinantes principales en los que la educación es uno de ellos.
Mi opinión sobre la falta de apuesta por la educación en España es que los políticos son “corto placistas”, es decir, buscan algo que de votos a corto plazo y las reformas e inversiones educativas no lo hacen.
Implantar modelos diferentes de educación requiere esfuerzo, compromiso y visión a largo plazo y eso es algo de lo que, en estos momentos, carecemos. Mi esperanza es que, poco a poco la sociedad vaya evolucionando (cada vez está mejor formada, aunque nos queda mucho) y a través de ese capital humano movilizar el capital social para que se produzca un cambio real en la sociedad. Pero esto lleva tiempo y requiere apuestas fuertes, pero es algo necesario si pretendemos cambiar nuestro modelo productivo por algo más que ladrillo y turismo.
Saludos
Marta